Aliado: BID y Banco de la República

Año: 2013

Financiación: 37,592,722 COP

Descripción:

En las últimas décadas Colombia ha experimentado profundas transformaciones demográficas, culturales, institucionales y económicas. En las dinámicas laborales se destacan, entre otras, el aumento sostenido de la participación laboral femenina frente al relativo estancamiento de la participación masculina, la incursión de la mujer en todos los sectores y ocupaciones de la economía y la mayor escolaridad de las mujeres, que ha sobrepasado la de los hombres.

Pese a estos avances, las mujeres presentan resultados laborales desventajosos en muchos aspectos frente a los hombres. En efecto, ellas registran menor ocupación, menor participación, salarios más bajos y mayores tasas de desempleo; este último ha sido, al menos, cuatro puntos porcentuales más alto que el masculino desde que se tienen estadísticas sistemáticas del mercado laboral. Adicionalmente, las disparidades en las tasas de desempleo son geográficamente heterogéneas; la brecha es más amplia en las ciudades de la costa, aunque por lo general estas registran niveles de desempleo inferiores a los de Bogotá y Medellín. Características como la edad, el estado civil y la educación contribuyen a explicar las diferencias. Las mujeres menores de 25 años, con educación secundaria completa y que son cabeza de hogar, experimentan las mayores brechas; asimismo, las mujeres casadas presentan tasas de desempleo dos veces más altas que las de los hombres, y al parecer dicha condición limita sus posibilidades de participación en el mercado laboral.

En este proyecto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de la República se analizan algunos de los problemas que enfrentan las mujeres en el mercado laboral y la heterogeneidad regional de este fenómeno. Además de reiterar la importancia de la cobertura y calidad de la educación para explicar las brechas de género, el libro ofrece varios elementos de reflexión para las políticas públicas en áreas menos exploradas, pero críticas para el desempeño laboral de la mujer, como la movilidad urbana, las características de los vecindarios, el acceso al cuidado infantil, los mecanismos de búsqueda de empleo, y la licencia de maternidad, entre otras.

RiSE, en alianza con la Universidad de Barcelona, la Universidad de Los Andes y la Universidad Pontificia Bolivariana se enfocan en entender cómo influyen las diferencias regionales en la brecha del desempleo entre mujeres y hombres. Con tal fin, definimos cuatro grandes regiones en las que pueden agruparse las veintiuna ciudades principales del país. Estas “macro-regiones”, diseñadas con las metodologías de RiSE, son espacios contiguos donde hay la máxima similitud posible entre las ciudades que pertenece a cada macro-región y la máxima disimilitud posible con las otras macro-regiones.

Las brechas de género en la probabilidad de desempleo dependen de características individuales y de condiciones familiares con algunas diferencias importantes entre regiones. En todas las regiones la brecha entre mujeres y hombres en la probabilidad de desempleo disminuye a partir de los 35 años de edad. Solamente en Bogotá tener estudios secundarios o universitarios eleva la brecha en forma significativa. Esto implica que en Bogotá una mujer educada, con idénticas condiciones personales y familiares que un hombre con la misma educación, tiene mayor probabilidad de estar desempleada. Lo contrario ocurre en forma estadísticamente significativa en la macro-región central. En general, las condiciones familiares inciden de forma semejante en las cuatro macro-regiones: las mujeres jefes de hogar, las casadas, y aquellas con niños hasta de 10 años de edad tienen mayor probabilidad de desempleo que los hombres en idénticas condiciones.